para piccolo solo (1993).
———-En este espacio cerrado, petrificado, palpar con la mirada – desconocedora de otra opción que su encierro – la interioridad del sonido, sus pliegues y fracturas, sus grietas e intersticios; en última instancia, quizá su posibilidad de apertura. (Ich will ein Reiter werden [quiero ser un jinete], repetía monocorde Kaspar Hauser).
———-Y en este espacio recortado, vigilado, buscar la posibilidad del canto, de un otro canto quizá. (Es sind noch Lieder zu singen jenseits der Menschen [quedan cantos por cantar más allá de los hombres], escribiría tiempo después Paul Celan).
———-(Silbern sank des Ungebornen Haupt hin [plateada se abatió la cabeza del no nacido], Georg Trakl, Kaspar Hauser Lied)
José Luis Torá
.
.
.
.